La ciencia médica está en continuo avance en cuanto a investigación y mejora de los procesos de intervención sobre los pacientes. Paulatinamente la población en general se beneficia de mejores tratamientos, lo cual se traduce en mayor longevidad y calidad de vida. El paradigma tradicional para conseguir estos objetivos es la “medicina basada en la evidencia”. Este método científico se apoya en el contraste sistemático de los tratamientos con los resultados obtenidos para medir su eficacia, eficiencia y su coste-efectividad. Sin embargo, hay otra medicina basada en el valor.
Medicina basada en el valor frente a la medicina de las evidencias
Hace una década, algunos médicos y economistas, entre los que destaca el conocido estratega del pensamiento empresarial, Michael Porter, se dieron cuenta de que el sistema presentaba algunas posibilidades de mejora. Por un lado, la medicina basada en la evidencia solía dejar de lado la opinión del paciente sobre los tratamientos y sus consecuencias. Por otro, se centra mucho en lo concreto, en actos médicos atómicos, y se pierde la visión global del conjunto del proceso asistencial.
Desarrollaron entonces un nuevo modelo: la “medicina basada en el valor”. Con él se trata de orientar la práctica asistencial hacia actividades que generen mejores resultados de salud para el paciente, que sean relevantes para él, y con una medida coste por resultado. Este nuevo enfoque se basa en contrastar la práctica asistencial con resultados médicos objetivos de la intervención pero también con resultados de satisfacción para el paciente. Estos afloran a través de cuestionarios estructurados denominados PROM (Patient Reported Outcome Measures) y PREM (Patient Reported Experience Measures).
Un nuevo modelo económico para la sanidad
En varios sistemas de salud con este enfoque también se trata de cambiar el modelo económico subyacente a la sanidad. La idea es pasar de un modelo de pago por acto médico a un modelo de pago por valor aportado con la intervención.
Con una década de desarrollo, la medicina basada en el valor sigue en sus umbrales de aplicación, con experiencias más bien puntuales. Su baluarte es el ICHOM (International Consortium for Health Outcomes Measurement). Esta institución nace con la misión de acordar y estandarizar, desde un punto de vista científico, unas guías de medida de las intervenciones asistenciales. El resultado son los Standard Sets, que definen las variables médicas que se deben seguir, y los PROM y PREM, que miden el valor.
Conexión con la sanidad digital
La medicina basada en el valor y la sanidad digital tienen varios puntos de conexión. El principal radica en la promesa de transformación de la experiencia del paciente que impulsa la segunda:
- La revolución de la movilidad y los avances en la gestión integrada de los datos de salud son un punto de mejora importante a la hora de coordinar los cuidados asistenciales a lo largo de toda la experiencia del paciente, elemento clave en los PROM y PREM.
- La telemedicina y, más concretamente, los servicios de gestión remota de pacientes facilitan a los médicos un flujo constante de información que puede reforzar la gestión de riesgos y facilitar un tratamiento más proactivo.
- El crecimiento en el uso de las redes sociales entre los pacientes facilita la compartición de experiencias y la mejor asimilación de hábitos de vida saludables para el cuidado de sus enfermedades.
- Las herramientas de salud digital permiten el tratamiento de datos de grandes poblaciones para estratificar mejor los grupos de pacientes y las intervenciones que les benefician.
- Y, finalmente, la medicina basada en el valor está orientada a la medición. La sanidad digital permite que esta medición de “outcomes” sea continua y añada a los datos específicamente asistenciales otros procedentes de la interacción del paciente, con el objetivo de refinar la calidad de estas mediciones.
Experiencias de medicina de valor en España
En España existen varias experiencias en marcha en el Hospital de Cruces, el Hospital 12 de octubre o en el Hospital Universitario Vall d’Hebron. En este último existe desde 2017 un programa para implementar esta metodología en los tratamientos de ictus, insuficiencia cardiaca y EPOC.
El proceso ha permitido desarrollar nuevos cuadros de mando y licitar la Plataforma de Atención Multicanal al Paciente. Este proyecto, en el que está colaborando Telefónica Empresas, tiene como objetivo la transformación digital de la relación del hospital con sus pacientes. Incluye funcionalidades como:
- Agenda paciente y consulta de citas
- Consulta de resultados
- Videoconferencia
- Chat paciente-profesional
- Foros de discusión para pacientes
- Retos
- Acceso al historial de salud
- Encuestas
- Programas de atención
- Asistente inteligente (chatbot de salud)
- Guiado del paciente en el centro
- Información del tiempo de espera en urgencias
- Información a familiares en sala de espera quirúrgica
- Contenidos educativos
Y, sobre todo, un completo sistema de formularios, altamente configurable. Los pacientes pueden cumplimentarlos online o de forma presencial. Permitirán la implantación de PROM y PREM a medida que el hospital extienda los procesos de “la medicina basada en el valor” a las diferentes intervenciones y departamentos del centro. Todo ello se complementa con un sistema de explotación de la información, imprescindible para medir los resultados de valor para la salud de los pacientes.